sábado, 30 de noviembre de 2013

El triángulo amoroso de Sarmiento: Aurelia y Benita

Aurelia Vélez
Domingo F. Sarmiento
Domingo F. Sarmiento y Aurelia Vélez Sarsfield, hija del redactor del Código Civil Argentino, vivieron un amor clandestino que fue, en su momento, un escándalo muy sonado. Ambos estaban casados; él le llevaba 25 años y era amigo íntimo de su padre. Sin embargo, nada detuvo la pasión abrasadora entre este hombre y esta mujer.
Benita Pastoriza
 
Benita, esposa en ese entonces de Sarmiento, era una celosa feroz, y muchas veces con motivo. Diez años menor, siempre peleó por él: por retenerlo primero; para destruirlo después. Los acontecimientos se precipitaron cuando, a principios de 1857, Benita también desembarcó en Buenos Aires, con su hijo. No es raro que, (Sarmiento)  tras poner casa y familia ­reunida en la misma cuadra y vereda que los Vélez Sarsfield, en seguida descubriera las complicidades, los pretextos, las argucias de los amantes para estar juntos con cualquier motivo. Finalmente, ante el escándalo, abandona a su marido, quien estuvo al lado de su amante hasta el día de su muerte.
Aurelia se volvería un "complemento espiritual" para Sarmiento. Inclusive, fue ella misma quien preparó la candidatura a la presidencia de Sarmiento, mientras éste se encontraba en Estados Unidos.
Los literatos la califican como una mujer "libre, amaba el conocimiento, era brillante". Asimismo, "su tiempo no le perdonó tener la espectacularidad intelectual que tenía".

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